Para entender que es una hernia de disco, lo primero que hay que entender es qué es un disco intervertebral. Los discos son cuerpos gelatinosos que se situan entre las vertebras de la columna. Son los que amortiguan el espacio entre tus vertebras y los que permiten que nuestra columna vertebral se mueva.

Un disco está formado por un núcleo pulposo que está contenido por un anillo fibroso exterior.

A lo largo de nuestras vidas nuestros discos intervertebrales sufren un proceso de desgaste que es natural. Los discos se deshidratan, se abomban y muchas veces el anillo fibroso pierde la capacidad que tiene para contener al núcleo.

Una hernia propiamente dicha se produce cuando una fractura en el anillo hace que el disco pierda la capacidad de contener al núcleo y este se filtra hacia el exterior. Cuando una hernia produce dolor es cuando ese material que se está filtrando hace contacto con una raíz nerviosa, cómo se puede observar en la imagen a continuación:

El grado de gravedad de una lesión discal depende de cuan comprometido se encuentre el anillo del disco y el nivel de desplazamiento que tenga el núcleo desde el centro del disco hacia el exterior.

Y si bien existen distintos grados de hernias o lesiones discales, el grado de la lesión no siempre guarda relación directa con el grado de dolor. Hay personas que sufren dolores incapacitantes como producto de una protrusión o un prolapso, mientras que hay otras que sufren molestias mínimas producidas por una extrusión (una lesión que en los libros es de mayor gravedad).

Con el correr del tiempo los discos intervertebrales de una persona sufren un proceso de desgaste natural que los debilita y hace que sean más propensos a sufrir cualquier tipo de ruptura o deformación.

Como todas las lesiones, una lesión discal es un evento multicausal y para una persona que sufre una lesión de este tipo resulta imposible determinar la causa exacta que la provocó (cualquier teoría no sería más que especulación). No obstante, cuando entendemos que una de las funciones que cumplen nuestros discos es la de absorber el impacto de fuerzas que se produce como consecuencia del movimiento de nuestras vertebras, resulta sencillo entender que mientras más impacto y fuerzas sean las que tengan que absorber, mayores van a ser las chances de que esos discos eventualmente se rompan.

En una lesión discal entran en juego muchísimos factores (el genético es definitivamente uno de esos), pero uno de los principales factores de riesgo (o seguramente el principal) son el deporte y el entrenamiento. Cuando una persona entrena y mueve cargas pesadas sus discos son los responsables de absorber todo el shock de fuerzas que se producen como consecuencia del movimiento de su columna.

Esto que te expliqué en el párrafo anterior es la razón por la cuál es tan importante aprender a estabilizar la columna cuando entrenamos la fuerza con cargas pesadas:

PORQUE MIENTRAS MAS ESTABLE ESTE TU COLUMNA Y MENOS SE MUEVA, MENOR VA A SER EL SHOCK DE FUERZAS QUE VAN A TENER QUE ABSORBER TUS DISCOS Y MENORES VAN A SER LAS CHANCES DE QUE SUFRAN DESGASTE O SE ROMPAN.

Una persona que entrena la fuerza con una técnica biomecánica que no prioriza la estabilización de la columna tiene muchas más chances de desarrollar una hernia o una lesión discal que una persona que si lo hace.

Existen muchísimas cosas que todos podemos hacer para minimizar el riesgo de sufrir una hernia o una lesión discal. Una que está al alcance de tu mano es esta que te dejo a continuación:

Sin importar si tenés o no una lesión, este Taller te va a dar todas las herramientas teóricas y prácticas que necesitás para entender cómo deberías entrenar para minimizar los riesgos de lastimar tu columna.

Sin ningún tipo de dudas, este Taller es una de las mejores inversiones que podés hacer por la salud de tu espalda.